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CLONACIÓN Y CÉLULAS TRONCALES

RICARDO TAPIA*
RUBÉN LISKER**
RUY PÉREZ TAMAYO***
INTRODUCCIÓN

Dsde hace mucho tiempo el hombre ha alterado, para su conveniencia, las características de algunos organismos vivos. Por ejemplo, mediante la cruza de distintas razas de perros o de ganado y la generación de variedades de plantas comestibles más resistentes a las plagas. Sin embargo, gracias al cúmulo de cono¬cimientos acerca de la estructura molecular de los genes —que son fragmentos de ácido desoxirribonucleico (ADN)—, de sus mecanismos para duplicarse y de la transmisión de los caracteres hereditarios de cada especie, la capacidad del ser humano para modificar la expresión de las proteínas en las células vivas se ha ampliado de manera impresionante, al grado de poder manipular un solo gen o de crear verdaderas quimeras moleculares.

        Un ejemplo muy ilustrativo de tales quimeras moleculares consiste en hacer que una célula elabore una proteína que normalmente no es capaz de sinteti¬zar por medio de la introducción de moléculas de ADN o de ácido ribonucleico (ARN) —la molécula traductora de la información del ADN—, para que se sinte¬ticen las proteínas codificadas por esa molécula. Desde hace tiempo este tipo de experimento es muy común en bacterias (producción de insulina humana por E. Coli, por ejemplo) y más recientemente se ha hecho también en ovocitos de rana y en células de mamíferos. Gracias a esto es posible que el ovocito de una especie particular de rana, Xenopus laevis, sintetice proteínas receptoras de neurotrans-misores que sólo están presentes en otras especies y, además, que las incorpore a su membrana. Estos experimentos han permitido a los neurobiólogos estudiar con mucho detalle el funcionamiento de estas proteínas y así saber, por ejemplo, en qué parte de la molécula se une el neurotransmisor y qué le sucede cuando esto ocurre. Pero desde el punto de vista del tema que nos ocupa, se ha creado una quimera u organismo transgénico: una célula u organismo entero que ex¬presa una proteína de otra especie, lo cual es imposible en situación normal por carecer de la información genética (el ADN) correspondiente.

        Lograr que una célula exprese genes ajenos es la herramienta básica de la clonación, pero a diferencia de los ejemplos anteriores, en este caso no se intro¬duce sólo un gen o fragmentos del genoma a la célula aceptora, sino el genoma completo del organismo que se va a clonar. Este tipo de clonaciones se ha reali¬zado en numerosas ocasiones y con diversas especies animales y vegetales, pero usando el ADN de células embrionarias, es decir, células totipotenciales en cuan¬to a la capacidad de expresión de todos sus genes, por lo que en realidad se clonó un genoma que aún no se había expresado como un organismo total.[... Continuar leyendo...]




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